Memento Mori / Muriel Spark



Muriel Spark (Edimburgo, 1918—Roma, 2006) narra en Memento mori (Plataforma Editorial, 2010) una divertida reflexión sobre la muerte que deja en el lector una vivificante sensación de vida. Y una crítica sutil y feroz a un mundo en decadencia, basado en las apariencias y la hipocresía, que son a la vez el sostén de los personajes y su mayor amenaza. 


¡sinopsis!
Londres a finales de la década de 1950. Un grupo de ancianos de posición acomodada y que se conocen desde hace más de cincuenta años, empiezan a recibir una serie de llamadas inquietantes. Una voz anónima al teléfono les hace una sencilla petición: «Recuerda que debes morir». Para cada uno de ellos la voz es diferente (joven, vieja, madura, hombre, mujer) y la policía es incapaz de localizar las llamadas y detener al grupo de bromistas.
Estas llamadas provocan una reacción diferente en cada uno de los ancianos, que acaban destapando secretos, envidias, infidelidades, y escándalos largamente olvidados, que empiezan a resquebrajar la apariencia de respetabilidad y decoro de sus vidas. Cada uno de los personajes intenta conservar su fachada, intentando mantener oculto el pasado, mientras se enfrentan a los achaques inevitables de las voces y se ve confrontado con ese «memento mori», ese recuerdo de la muerte, que se vislumbra al final del camino.


¡curiosidades!
En el año 1936 se trasladó a vivir a Sudáfrica y vivió varios años en Rhodesia, hoy llamado Zimbabue, donde se casó con diecinueve años en 1938 con un maestro de profesión llamado Sidney Oswald Spark. Durante su estancia allí trabajó junto a su amigo Graham Greene en labores de contraespionaje para el Foreign Office durante la Segunda Guerra Mundial.

¡biografía!
Muriel Spark
Muriel Spark nació el 1 de febrero de 1918 en Edimburgo. En el año 1944 se separó de su marido, de quien adoptó el apellido, tras seis años de matrimonio y se trasladó a vivir a Inglaterra. Acabada la guerra, Muriel vivía una situación crítica de miseria y fue su amigo Graham Greene, el escritor de Nuestro hombre en la Habana, quien la ayudó económicamente con una pensión alimenticia de 20 libras mensuales para salvarla de esa miseria, con la condición de que nunca le diera las gracias ni rezara por él. Tras esta época comenzó su trayectoria literaria con estudios biográficos de otros escritores como Wordsworth y Brönte, entre otros. Cultivó también los géneros de la crítica, el ensayo, la poesía con más de tres volúmenes publicados y la biografía, acerca de las hermanas Brönte, Mary Shelley autora de Frankestein, y John Masefield. En el año 1966 se trasladó a vivir a Italia, primero a Roma y luego a un pequeño pueblo de la Toscana donde permaneció hasta su muerte en el año 2006.